El Pacífico colombiano abarca cuatro departamentos –Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño–, una vasta extensión de tierras costeras y ribereñas, considerada una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta. Para algunos es una especie de paraíso idealizado por esa exuberancia selvática y por su herencia cultural.
Como suele ocurrir en los casos de enorme riqueza y débil institucionalidad, la región ha sido caldo de cultivo para el recrudecimiento del conflicto armado, el narcotráfico y la delincuencia. La esperanza de encontrar un panorama más prometedor, en un territorio también Pacífico, ha llevado a grandes grupos de población afrodescendiente a desplazarse masivamente a ciudades como Medellín, Pereira y Cali, llevando con ellos sus prácticas y manifestaciones culturales.