Carlos Monasterio entró un día a su casa en Valencia y vio a su esposa, Maite, desmayada en el suelo. No había comido en días. “Me aterra volver a vivirlo ”, dice. Ambos llegaron a Bogotá hace un año tratando de escapar del hambre. Hoy, con la cuarentena, reviven el miedo que creían en el pasado, esta vez con un embarazo de seis meses.